
29 May, 2021
El Capitán de los tabacaleros.
Es hoy, Lázaro Peña el líder histórico de la clase obrera cubana, pero ha sido en su trayectoria histórica mucho más. En su tiempo, fue él quien más luchó por los derechos de los obreros y el trabajo de los sindicatos, y fueron los tabaqueros sus mejores aliados, porque entre ellos se formó, creció y se hizo líder. Esta fue parte de su impronta:
En 1933, Lázaro
Peña se consolida como líder del sector, ya que prácticamente era el único que reconocían
los tabacaleros. Al crearse el Sindicato de Tabaqueros de La Habana, fue electo
Secretario General.
Para 1937, los tabacaleros
siguen la línea revolucionaria orientada por el Partido Comunista y por líderes
obreros como Lázaro Peña, para luchar por la amnistía de los presos políticos,
el establecimiento de la asamblea constituyente y la celebración de elecciones.
Al constituirse
la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) en 1939 y resultar elegido Lázaro
Peña, Secretario General, los reclamos económicos y sociales de los tabacaleros
se vieron reflejados en la línea de acción trazada.
Lázaro Peña encabezó,
en 1943, una gran lucha por el retiro tabacalero, apoyada de manera entusiasta por
otros sectores. La demanda era muy justa, pues el obrero, al llegar a la vejez
quedaba totalmente desamparado.
El resultado fue
que en 1946 fue aprobado el retiro tabacalero, lo que constituyó una gran
victoria del movimiento obrero, pues era este uno de los pocos sectores a los
que no se le había concedido, a pesar de su larga tradición de lucha. En julio
de ese año, con Lázaro Peña al frente, se plantea a los patronos y al
Ministerio del Trabajo la demanda de aumento de un 20% de salario para todo el
sector. Después de numerosas reuniones, huelgas y manifestaciones, el gobierno
promulgó, en octubre, la resolución con el aumento.
Después del
Triunfo de la Revolución Cubana, fue electo como Secretario General de la
recién constituida Central de Trabajadores de Cuba cuya institución lideró a la
clase obrera en la construcción del proceso revolucionario.
La impronta de Lázaro
Peña seguía los pasos de los tabaqueros en la historia de Cuba, desde los
vegueros sublevados contra el Estanco del tabaco, hasta aquellos que financiaron
y apoyaron las ideas independentistas de Martí y la preparación de la guerra
por la libertad de Cuba.
Lázaro Peña y su
espíritu han sido también parte de la herencia cultural que atesora hoy el
sector tabacalero.